miércoles, 9 de junio de 2010

Use y tire

De como una causa nacional devino en causa penal.
Mientras el apoyo al piquete de Gualeguaychú resultaba funcional al gobierno nacional en términos de rédito político, el inefable Aníbal Fernández negaba sistemáticamente el concurso de las fuerzas de seguridad para cumplir las ordenes emitidas por la justicia a efectos de liberar el paso en el puente.
Pero ahora todo cambió, del rédito se pasó al descrédito y quienes se ufanaban de su voluntad de nunca criminalizar una protesta social, han borrado con el codo lo escrito con la mano.
Quienes gobiernan podrían hacer suyas las palabras del gran Marx (Groucho, no Karl): Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros.
Claudio Brunori

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